La historia de Richard Clayderman comenzó en 1956 en París, donde nació Phillippe Pages, hijo de un maestro de piano.
Piano
A la edad de 8 años, Richard recibió un viejo piano que su padre le obsequió, y comenzó a aprender a leer música. Aprendió rápidamente y dos años después participó y ganó en las competencias locales. A los 12 años fue aceptado en el conservatorio de música en París, y a los 16 años gano el Primer Premio en la competencia de piano de esa institución. Así comenzó su carrera como pianista clásico y concertista, cuyo trayecto y futuro parecían inevitables. Sin embargo después decidió dejarlo todo.
Dice Clayderman: “no quería ser pianista clásico, quería ser algo diferente, así que con unos amigos forme un grupo de rock. Era una época difícil y el poco dinero que obtuvimos lo gastamos en comprar equipo”. “Me alimentaba tan mal que tuve que ser operado de una úlcera a los 17 años”. Mas tarde su padre enfermo gravemente y fue imposible que continuara financiándolo, por lo que Richard trabajó como empleado de un banco durante el día, y en la noche era acompañante de varios grupos musicales.
Un año mas tarde llego a ser un músico de estudio y acompañaba a Michel Sardou, Thierry LeLuron y Johnny Halliday. “Realmente no quería ser una estrella” comenta. “Estaba feliz de acompañar en grupos, de ser músico de estudio y nunca soñé con ser un solista”
Olivier Toussaint y Paul de Senneville
Sin embargo, su vida cambió sustancialmente en 1978, cuando fue escuchado por Olivier Toussaint y Paul de Senneville, quienes son dueños del sello Delphine, casa a la que siempre ha pertenecido Clayderman desde su inicio. Estos exitosos productores por aquella época necesitaban un pianista que interpretara una melodía escrita por Paul para su hija Adeline. El tema llevaba por título simplemente “Ballade Pour Adeline”. Buscaban un pianista especial y Richard Clayderman, entonces de 23 años, fue elegido dentro de otros 30 aspirantes.
Olivier Toussaint sostiene: ”Nos gustó inmediatamente. Es muy especial pues tiene un toque suave, combinando su reservada personalidad y su gran juicio al matizar las teclas”. La decisión se hizo en el acto.
Por esta temporada, Richard era aún conocido por su verdadero nombre Phillippe Pages. “Mis productores estaban un poco indecisos con mi nombre, pues era pronunciado diferente en cada país, así que para evitar la confusión en cada idioma decidimos usar el apellido de mi abuela, Clayderman. Ella estuvo viviendo en Suecia y quizá esto explica sobre mi cabello rubio y los ojos azules.
“Ballade Pour Adeline” llegó a ser un sobresaliente éxito en Francia y más allá. Fue éxito en España, seguido de Alemania, Italia, América del Sur, Japón, Australia, y el Reino Unido vendiendo 22 millones de copias en 38 países. Olivier Touissaint dice: “Al principio pensamos que si vendía 10,000 sencillos estaría bien, ya que el genero disco estaba muy fuerte en aquel tiempo”. Sin embargo obtuvieron un hit en tan poco tiempo y en todo el mundo como nunca lo hubieran imaginado.
Desde 1978 Clayderman ha viajado por todo el mundo con bastante frecuencia, llevando su estilo musical propio por muchos rincones de los 5 continentes. Es uno de los artistas que más continuamente viaja presentando conciertos, logrando un récord de 200 actuaciones en un año, siempre pensando en satisfacer la enorme demanda creada por su género.
China
En 1987 tuvo lugar su primer concierto en China, el que fue transmitido por la cadena Asiavision y contó con una audiencia de mas de 600 millones de espectadores. Durante los 15 meses siguientes, extendió su popularidad por Asia del Sur, realizando viajes por Tailandia, Malasia, Singapur, Corea, y Taiwan, y desde entonces su agenda siempre incluye diferentes conciertos multitudinarios en ésta parte del mundo. A finales de los años noventa, cuando China comenzaba a coquetear con el capitalismo, Richard ya era una figura predominante en ese país, posición que ha solidificado a plenitud en el tercer milenio.
Sus giras de conciertos incluyen países como Escandinavia, Grecia, Sri Lanka, Malta, Alemania, Hong Kong, México, Turquía, República Dominicana, Reino Unido, Francia, Brasil, Indonesia, y la antigua Unión Soviética, en donde presentó dos conciertos memorables en el Kremlin de Moscú. También actuó incluso en La Ciudad Prohibida de Peking.
Richard Clayderman ha recorrido el planeta como “El Pianista más Popular” y es hoy una de las estrellas más exitosas y que ha logrado mantenerse desde su aparición en el mundo de la música. Es aclamado y vitoreado por millones de personas en el todo el orbe y muestra de ello es la cantidad de copias vendidas (más de 87 millones) y el sinnúmero de trabajos discográficos realizados, pues ha grabado más de 1200 títulos.
El Príncipe del Romance
Clayderman ha sido nombrado también como ”El Príncipe del Romance” título conferido por Nancy Reagan, quien le conociera en un Concierto de Gala celebrado en el Waldorf de New York. La música de Richard Clayderman es sencillamente lenguaje universal que lo hace ser querido por millones de personas en el mundo.
Clayderman no es un simple artista de estudio de grabación; tiene un brillo natural que se complementa con su puesta en escena, por lo que un concierto de Richard es sumamente espectacular.
Richard es un hombre sencillo que realmente ama a su familia: y piensa además cada vez se prolonga la separación de su familia por las continuas giras de conciertos que debe aceptar con resignación. Pero siente tener también una deuda de gratitud hacia sus millones de fans.